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ALIMENTOS EFICIENTES


Obtenemos energía a través de las calorías que consumimos al ingerir alimentos. Algunos productos contienen más cantidad de energía que otros; pero ¿haz pensado cual de ellos es más eficiente? La eficiencia energética en los productos se refiere a la comparación de energía utilizada para producir la cantidad de calorías por producto. Según las leyes de la física, la energía se transforma, no se puede destruir ni crear. Por lo tanto utilizamos la energía principal que utiliza la naturaleza, energía solar para convertirla en calorías.


Es imposible evitar la “perdida” de energía en el proceso de conversión. Parte de la energía inicialmente utilizada es arrogada a otras funciones que no se puede utilizar. Por ejemplo cuando añadimos calor en el proceso de cocción, perdemos parte de la energía en forma de vapor de agua. Esta energía no añade ningún tipo de energía al producto, pero si a el medio ambiente al llegar a la atmósfera y formar parte de las nubes. En cambio, si es necesario añadir energía en diferentes formas durante los procesos de cultivo, cosecha, manufactura, manejo, envío, almacenaje y producción.


Un producto eficiente intenta reducir la energía invertida y obtener la mayor cantidad de energía posible. Pero, ¿qué añade energía a un producto? Tomemos por ejemplo, la papa. Para producir una papa, se requiere un suelo fertilizado (de forma orgánica o química), agua, energía solar, horas de trabajo dedicado al cultivo, una vez cosechada se requiere energía para lavar, empacar y enviar el producto. Para que pueda llegar a nuestras casas debe ser mercadeado, distribuido por avión, barco, o vehículo, el cual requiere energía fósil en forma de gasolina o diesel. Algunos productos requieren almacenaje en refrigerador, lo que a su vez necesita energía eléctrica, haciéndolos menos eficiente. Si la papa cosechada requiere menos transportación significa que necesitará menos energía añadida. Por lo tanto, los productos locales normalmente tienden a ser más eficientes que los importados. La gráfica a continuación presenta la diferencia entre energía requerida desde su producción a su consumo de una papa local, una importada fresca y otra congelada, según estudios obtenidos en diferentes investigaciones.


Se puede percibir la diferencia en eficiencia ente una papa local, una importada fresca y una importada pero congelada. Mientras más transportación requiera el producto, más energía debe añadirse para transportarse. La gran diferencia en energía añadida, está en el almacenaje en el hogar. Utilizamos mucha energía eléctrica para preservar productos en la nevera. A su vez, el valor nutricional del producto es comprometido con cada día que se congela o refrigera el producto.


La vida cotidiana de hoy día requiere que seamos lo más eficiente posible. Comprar productos locales y consumirlos lo antes posible para mantener su frescura nos ayuda a ser consumidores eficientes. La próxima vez que compre productos, no sólo se pregunte sobre la cantidad de calorías que contiene sino que también cuán eficiente es.



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